Los cambios recientes de las diferentes manifestaciones de la criminalidad, resultado de la interacción de cuatro variables principales en el comportamiento criminal: la víctima, el criminal, el delito y el control social, han impulsado a los profesionales que trabajan para la justicia y/o son responsables de la persecución judicial y penal, a desarrollar investigaciones y propuestas teóricas con respecto a la forma de entender los fenómenos criminológicos y sus intervinientes.