Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, es más que un personaje arquetípico del narcotraficante mexicano. Ha sido nombrado como uno de los hombres más ricos del mundo por la revista Forbes; está al nivel de los líderes de Al Qaeda u otras organizaciones terroristas en la nomenclatura de la justicia estadounidense; su mito incluye por igual grandes despliegues de generosidad y actos de crueldad inenarrables; su poder rebasa fronteras y espectros políticos; como en las grandes épicas, Guzmán Loera goza de un epíteto entre quienes le han visto de frente: «El señor del gran poder».