Los terribles asesinatos en serie del conocido como Asesino Otaku, el impactante crimen de Nevada-Tan ?que con solo once años degolló a su compañera de clase? o los atentados de cultos homicidas como el orquestado en el metro de Tokio por Shoko Asahara sobrecogieron a la sociedad japonesa por su insólita crueldad y su descorazonadora inmoralidad.