México vive una guerra interna por el control de la Nación. Dos polos, dos bandos, dos ejércitos con dos ideas distintas de República buscan controlar su destino.
Durante 40 años, el país estuvo montado sobre los rieles del neoliberalismo; 40 años en los que se acentuaron la pobreza y la desigualdad, mientras se consolidaba el control de una élite sobre las políticas públicas, las instituciones, la economía, la educación de las masas y hasta sobre los órganos autónomos.