Acta secreta al Comando Especial Conjunto, junio 22 de 1993, once meses después de la fuga de Pablo Escobar.
Los últimos manuscritos conocidos, así como versiones conocidas por actividades de inteligencia, han permitido establecer que su estado anímico no es el mejor, denotando la expresión de un hombre que se considera en franca derrota, pero que no por ello deja de ser menos peligroso.