La falta de estímulos y apoyos a la producción de conocimiento científico será una de las deudas más grandes que queda tras el gobierno de López Obrador. Durante su administración hubo persecución a investigadores, se desaparecieron fideicomisos, se debilitaron instituciones de educación superior, y hubo una gestión inadecuada de la crisis sanitaria provocada por el covid-19.