Un libro que es una reivindicación de los amores pasionales y de la belleza, pero también una autorreivindicación poética, mundo en el que Marwán se siente un apátrida al no reconocerse dentro de ninguna tradición.
De todos sus poemarios es el más rebelde, tanto en su manera de subrayar el frenesí amoroso y la locura del poeta como en la búsqueda de no encajar en ningún molde, ni siquiera en los suyos propios.