He llegado a lo más hondo de mí, incluso me he quedado un tiempo ahí dentro apartada de todo y de todos.
No es malo, alguna vez va bien, pero no vale acostumbrarse. Y luego me he impulsado tocando el pedazo de cielo más azul que existe. Bajar a veces te sirve para subir, igual que tú me has servido para quererme.