Harriet y Wyn han sido la pareja perfecta desde que se conocieron en la universidad. Son complementarios como la sal y la pimienta, el té y el limón, el aceite y el vinagre.
Solo que ahora, por razones de las que todavía no hablan, ya no lo son. Rompieron hace cinco meses, y todavía no se lo han dicho a sus mejores amigos.