A finales del siglo XIX, los físicos crean haber entendido pratácticamente todos los fenómenos del universo. lo que no podia explicarse se atribuía a errores experimentales o se consideraba un detalle teorico que hace falta afinar. El fin de la física parecia cercano, sin embargo, con el nuevo siglo el panorama cambió por completo debido a dos acontecimientos que contradecían las predicciones de la teoría establecida: el descubrimiento de que la energía se transmite en pedazos de tamaños determinados y no de manera continua y el hecho conocido y no comprendido de que la luz parecía tener una velocidad constante, independiente de la velocidad de la fuente emisora. La nueva explicación fue la teoría de la relatividad especial de Einstein. Los físicos se encontraron entonces con dos teorías, cada una de las cuales servía para describir fenómenos de cierto tipo, pero que eran incompatibles entre sí. Muchos de los esfuerzos de la física durante el siglo XX estuvieron dirigidos a encontrar una teoría unificada. Robert Oerter narra de manera muy amena cómo tuvo lugar ese proceso. El texto permite que se comprendan a fondo las ideas subyacentes sobre la manera en que se comporta el universo evitando detalles técnicos que pudieran resultar pesados para el lector no especializado.