Como el anverso y el reverso de un bolero, esta novela proyecta, sobre el espacio urbano degradado de un local nocturno madrileño, la postal pintarrajeada de un improbable y suntuoso Tropicana cubano en días áureos, metáfora y mito que postulan e inventan unas existencias desahuciadas. En el vetusto local conocido como Desiré desfilan cupletistas venidas a menos, policías y tipos grises en sus diversas tonalidades, e incluso algunas almas cándidas como la solterona Antonia y su hermano Damián. Desde la condición humana, vulnerada e inerme, esta novela de Rosa Montero, farsa negra, o tragedia rosa, nos habla, con ácida verdad, de un mundo desportillado que se resquebraja y que descubre, bajo los falsos colores de la pintura, la soledad de todos.