Siguiendo la tradición de American Pie, sigue a cinco compañeros de universidad hasta Cabo San Lucas, donde las temperaturas están subiendo, los bikinis están bajando y la fiesta apenas está comenzando. Es una fiesta sin restricciones, hilarantemente salvaje, donde ningún reto es demasiado grande, ningún enano demasiado pequeño y ninguna posición está fuera de los límites en su búsqueda traviesa e implacable de tener sexo.