Roma, 88 a. C. Cayo Julio César es solo un niño cuando conoce, en las peligrosas calles de la Suburra, a Tito Labieno, con quien sella una amistad destinada a perdurar en el tiempo. El ambicioso Julio César emprenderá años más tarde una heroica carrera militar que lo llevará a combatir en España y, sobre todo, en las Galias, en una campaña plena de éxitos, siempre con Labieno a su lado.