Selene Sepúlveda, Señorita México 1966, narra su vida a un reportero de espectáculos que la exhibe como un adefesio ante la opinión pública.
Paralelamente, un narrador separa a la protagonista de sus palabras y aflora el verdadero carácter del personaje: una muchacha cándida a quien la vida va poniendo trampas invisibles.