Por primera vez en 600 años un sumo pontífice renuncia a su cargo en vida. Benedicto XVI asegura que su decisión fue tomada debido a su avanzada edad. La realidad es que recibió amenazas de muerte. Posteriormente, Pío del Rosario es reclutado para la misión de inteligencia más arriesgada y trascendente que se haya llevado a cabo dentro del Vaticano: descubrir quién forzó la renuncia de Benedicto XVI, y quién y por qué atentó contra la vida de su antecesor Juan Pablo II. La raíz de este complot amenaza la vida del nuevo papa Francisco, a quien sus enemigos llaman "antipapa" y "masón".