Servadac es un oficial que esta de servicio en una colonia francesa en áfrica. Cuenta con un asistente, apodado Ben-Zuf, que de árabe nada tiene: es nativo del barrio de Montmartre y su más ardiente panegirista. Cierto día sobreviene un terremoto o algo parecido. Cuando Servadac y Ben-Zuf vuelven en si van notando curiosos fenómenos: el horizonte se ha reducido; el día dura seis horas; pesan mucho menos y el sol sale por el poniente. Van y vienen y se percatan de que es subsuelo es de una materia extraña y de que han desaparecido muchos lugares que les eran familiares. Encuentran a otras personas, entre ellas Abasilio Timaschef, con quien Servadac había concertado un duelo frente a lo sucedido. Topan con un judío que no quiere vender sus pertenencias; con unos ingleses que se niegan a colaborar. Pasan, en suma, por una serie de incidentes. Llegan Servadac y Timaschef a la conclusión de que un cometa chocó con la Tierra, que desprendió una parte de ella y que ellos viajan en ese nuevo asteroide. Pero reciben una comunicación de un sabio francés llamado Palmirano Roceta que esta escondido quién sabe dónde y quien les explica que navegan en el cometa , el cual se limito a llevarse una partículas de la tierra y de su atmósfera. Cuando encuentran a Palmirano, rodeado de catalejos y brújulas y mapas, les anuncia que el cometa chocara de nuevo con nuestro planeta. Los habitantes de Galia ese residuo terrestre que robó el invasor, construyen un globo y muy a tiempo se salvan.