Ningún héroe épico es producto, como lo es el Cid, del brillo que comunica la intuición poética y de la claridad intelectiva de la historia. En esta obra se obvserva coincidencia entre realidad y ficción; trabazón íntima entre las palpitantes circunstancias vitales no creadas por el poeta, y los metafóricos esplendores luminosos y relampagueantes de LA fantasía.