Azul... cierra literariamente el siglo XIX y se anticipa al XX. Destruye el párrafo enfático y declamatorio característico de la centuria decimonónica; trae tanto a la prosa como al verso castellanos una voluntad de estilo y de belleza. Asimismo, hace posible la renovación expresiva y la superación estética. El salmo de la pluma encierra un humanismo, no de letras clásicas, sino mejorador y protector del hombre como ser viviente.