Dorian, un joven hermoso, conoce un día a Lord Henry Wotton, cuyas ideas harán despertar en el un deseo: conservar para siempre su juventud y belleza. El deseo se cumple cuando el retrato de Dorian, pintado por Basilio, comienza a mostrar el paso del tiempo y los estragos de sus acciones, mientras que Dorian se transforma en una perturbadora mezcla de maldad y belleza intacta.
Una historia que describe las consecuencias de ambisionar la eterna juventud.