Hay lazos e influencias que relacionan a un individuo con su familia, con la sociedad en la que ha nacido, con la cultura de la que forma parte y con la especie biológica a la que pertenece. Aun siendo conscientes de estas relaciones, los enfoques terapéuticos tradicionales consideran los problemas del individuo - insatisfacción, dificultad en las relaciones, problemas de trabajo, de pareja, la depresión, las enfermedades físicas- solo en relación con la persona que los sufre, como si se tratara de una entidad autónoma, aislada de todo lo demás.