Hace muchos años, en medio de algún océano, una fragata de la marina francesa naufragó.
Ciento cuarenta y siete hombres intentaron salvarse subiendo a una enorme balsa y confiándose al mar. Un horror que duró días y días.
Un formidable escenario en el que se mostraron la peor de las crueldades y la más dulce de las piedades.