Los números han formado la mayoría de las culturas. Transformaron los patrones humanos de subsistencia, dieron una posibilidad de expansión y de dominio sobre nuestro entorno a la vez que permitieron el impulso de otras técnicas como la agricultura, la astronomía y posteriormente la arquitectura (babilonios, sumerios, egipcios...), esenciales del saber humano e inconcebibles sin la especulación numérica.