Sísifo, personaje trágico de la mitología griega, fue condenado por los dioses a empujar eternamente una enorme roca por una montaña, que caerá invariablemente una vez alcanzada la cima.
Camus tomará a Sísifo como pretexto para hablar del hombre moderno y lo mucho que se le parece al estar condenado a labores cotidianas sin sentido.