Adelmo Cantelli se las ingenia para que su complexión no sea un impedimento para ayudar en el frente, contrario a Giovanni Mizzoli que está dispuesto a sacrificar su cordura para alejarse del campo de batalla.
Mientras, Marie-Louise teme comprobar los rumores sobre los Vaché, y los innovadores en tecnología esperan descubrir el arma definitiva para vencer al enemigo.