Todos los problemas que vivimos hoy en día tiene su origen en el temor a tener que resolver algo. La resolución es el único mecanismo que hace surgir en nosotros una nueva sensación de individualidad que, a su vez, elimina la inseguridad. Una vida transparente y una concreta convicción son características que rara vez encontramos en las personas que padecen estrés; sin embrago, predominan en aquellas que logran el éxito.