La consolidación en el siglo XVI del teatro español vio crecer el número de representaciones, con énfasis en la comedia dramática. Con antecedentes en el género burlesco paso, de origen renacentista, surgieron los entremeses para socavar los tiempos muertos en los cambios escénicos de la representación. Los entremeses cervantinos no son secundarios, aunque tengan un carácter burlesco, vulgar y villano, sino que subvierten los valores y la ideología de la comedia, imponiéndose como un subgénero autónomo.