Dos horas de sol maduro, como sucede con otras novelas de José Agustín, lentamente. Sus protagonistas, un editor yuppie y su socio, visitan Acapulco con el pretexto de escribir un reportaje sobre los lugares oscuros del puerto y buscando pasar un buen rato. El viaje, tanto real como simbólico, es el eje central de la trama.
En dos horas de sol los deseos de los protagonistas se pierden en la frialdad inexcusable del destino: un huracán arrasa el puerto y modifica los planes de ambos viajeros.