Diario y libro. El 6 de noviembre de 1930 Antonieta Rivas Mercado inicia un diario que, según Fabienne Bradu, es, entre los que llevó intermitentemente durante su vida y desde una temprana edad, el único que se conserva (Bradu 1991: 197); comentario al hilo de las palabras de la misma Antonieta al principio de este cuaderno: hace años que, a sabiendas, los diversos diarios comenzados retenían el móvil hondo, inconfeso (Rivas Mercado 1987: 439).