1912. Harry Widener, un apasionado coleccionista de libros, sube a bordo del Titanic llevando consigo un libro invaluable que acaba de adquirir en Londres.
Tras la terrible catástrofe del barco ni el joven ni el ejemplar vuelven a ser vistos. En honor a la memoria de su hijo, la madre de Harry construye una biblioteca en Harvard para albergar su extensa colección y asegurar su legado.