Esta obra de alta es considerada como la iniciadora de la novela moderna mexicana. Escrita con un lenguaje excepcional, una estupenda capacidad narrativa y gran colorido que le otorga un movimiento ágil y certero, permite traslucir el análisis y perfil que el autor hace de cada uno de los personajes, al grado de observarse la precisión y agudeza de la descripción y percepción de los mismos.