Los tres libros de relatos aquí reunidos son los que consolidaron a Charles Bukowski como el gran cronista de la otra cara del sueño americano, como un retratista implacable del submundo urbano. Agitando en un cóctel infalible una prosa sincopada y visceral, humor negro, sexo desmelenado y litros de alcohol, el autor traza una suerte de mapa fragmentario de los barrios marginales de Los Ángeles y contribuye a convertir la ciudad en un mito literario, como ya hizo Raymond Chandler.