Con la ciencia y la tecnología se ha construido un mundo poderoso, en el cual unos pocos manipulan, venden e imponen a las mayorías los productos del conocimiento, o segregan a estas mayorías en un universo rezagado que no conoce los avances de la humanidad. En parte por ello, el conocimiento del genoma humano, la generación de organismos transgénicos, el uso de células madre y la clonación de animales son temas polémicos: preocupan los efectos que su mal uso pueda traer a las sociedades. Sin embargo, sólo podremos controlar las aplicaciones del conocimiento y aprovecharlas a favor de todos si entendemos el saber y sus fundamentos y somos capaces de producirlo y usarlo.