Aru todavía está descubriendo los secretos de los Pandava cuando se desata la locura en el Inframundo. El arco y la flecha del dios del amor han desaparecido, y el ladrón no está jugando a hacer de Cupido. En lugar de eso, está convirtiendo a la gente en una especie de máquinas de luchar zombis sin sentimientos. Y, por si esto no fuera lo bastante malo, todos creen que Aru es la ladrona. Si no encuentra el arco antes de la próxima luna llena, la expulsarán del Inframundo. Para siempre.