La carrera contrarreloj para atrapar al asesino serial más victimario de Estados Unidos. Nueva Jersey, 1987. Charles Cullen pasa sus días atendiendo a los pacientes del pabellón de quemados.
Nadie hubiera creído que en esa sala el tímido enfermero concebiría un macabro método para terminar de una vez por todas con los dolores de los enfermos que contaban con sus cuidados para recuperarse.