Estamos ante un clásico de la poesía en el siglo XX y una de las primeras obras modernas de América Latina. En él se reconoce el sufrimiento universal del primer y último amor; el optimismo y la desgarradura; la esperanza y la desolación. Esta obra es una de las responsables de la fama de Pablo Neruda en América Latina y el mundo. Neruda lo escribió en su adolescencia y conserva la frescura y espontaneidad de entonces.