Eleanor sabe que es un desastre. Hoy, sin embargo, le echará valor y se enfrentará a los pequeños asuntos cotidianos. Se duchará y se vestirá.
Llevará al colegio a su hijo Timby y luego irá a sus clases de yoga y de poesía. No dirá peladeces. Tomará la iniciativa y recuperará el sexo con su marido, Joe. Sin embargo, antes de que pueda poner en marcha su modesto plan, ocurrirá algo: la vida.