El maestro se supera a sí mismo... en aterrar. He aquí una serie de cuentos ?unos, horripilantes en su extravagancia; otros, tan terroríficos que disparan el corazón? que son el producto más acabado de una de las más poderosas imaginaciones de nuestro tiempo. En el cuento que da título al libro, las puertas del infierno parecen abrirse para un pequeño pueblo de Maine llamado LongLake.