Los virus son una incógnita. Predadores invisibles que no respetan rango ni poder, contaminan de recelo los sentimientos más nobles y la única certeza sobre ellos es que nada se puede predecir. Sus estrategias de supervivencia son tan astutas que se ha llegado a sugerir su origen extraterrestre. En diciembre de 2019 en Wuhan, China Central, se reportó a un grupo de personas con neumonía aguda causada por un virus de la familia Corona, común entre algunos animales pero capaz de infectar a los humanos.