Tras su nombramiento como Fiscal General en 2019, Alejandro Gertz Manero reactivó un caso desechado dos veces por la ley por carecer de valor legal. Así, a finales de 2020 logró que se arrestara y encarcelara a su sobrina política, Alejandra Cuevas, inculpándola sin pruebas de haber matado a su hermano, Federico Gertz. La cárcel fue un infierno para Alejandra: padeció condiciones infrahumanas que se exacerbaron en la pandemia y sufrió en carne propia la venganza del Fiscal.