Cada poema de Verónica Volkow es una pieza construida con el esmero que dan el amor y la disciplina fundidos. En {Oro del viento} todo parece llevarnos a los poderes primigenios: el amor es el lenguaje entre dos cuerpos; los animales son salvajes, indomables; el mundo natural se expresa con la milenaria voz de sus cuatro elementos. Su búsqueda apunta siempre (aunque a veces no lo sepa) hacia la divinidad, hacia el mito fundador.