La lluvia que seremos es un poemario donde se documenta la sensación del desplazamiento, el exilio y el refugio.
Debido a la experiencia del autor en un campo de refugiados, estas vivencias se exploran desde el concepto de no lugar y el nihilismo que conlleva la superposición de imágenes sobre el dolor y la guerra, provocando las migraciones forzadas desde principios del siglo XXI.