Un fuego insaciable de recuperación, dice en algún momento el poeta; un fuego insaciable de recuperación, una mezcla de meditación y averno, de desasosiego y triunfo, de lamento e himno; un pasmo de dolor –el amor perdido– y un pasmo de riqueza emocional y verbal: el poeta se enfrenta a las palabras, a los múltiples y profundos significados de las palabras, y transcribe el insaciable telegrama del Incurable.