ES UNA VERDAD MUNDIALMENTE RECONOCIDA QUE UN HOMBRE SOLTERO EN POSESIÓN DE UNA GRAN FORTUNA DEBE DE ESTAR NECESITADO DE UNA ESPOSA.
Con esta frase comienza Orgullo y prejuicio (1813), la novela más popular en vida de Jane Austen y su favorita personal. Entre otras cosas, narra cómo la señora Bennet, madre de cinco hijas solteras, está decidida a desposarlas con caballeros acaudalados cueste lo que cueste.