Shinichi es un niño retraído que suele ser el objetivo de las burlas en el colegio, pero un día, superando su timidez, invita a un compañero de clase —el ingenuo narrador de esta historia— a jugar por la tarde en su casa para celebrar el festival de Inari. Y así, el sorprendido invitado descubre que el niño apocado y mimado tiene también una faceta perversa.