La historia se desarrolla en las ciudades de Londres y París, en los albores de la Revolución Francesa. En ella Dickens nos muestra los problemas sociales y políticos que llevaron a Francia a la revolución, temiendo que la historia se repitiera en su país.
Nos presenta a una Inglaterra ordenada y tranquila, mientras a Francia como peligrosa y caótica, en una época en la que se presagian drásticos cambios sociales.