En 1701, el señor Asano Naganori es condenado a la pena capital por haber desenvainado su katana en el palacio del shogun. A partir de ese momento, sin señor al que servir, sus leales samuráis se convierten en ronin.
Sufrirán penalidades, burlas y descrédito, pero en mente tienen solo un objetivo: vengar a su amo y dar muerte al causante de la desgracia de su clan, el malvado cortesano Kira.