El símbolo de la silla vacía implica que la enseñanza es perenne. Siempre está allí. En cada tiempo y lugar alguien tomará el sitio y dará voz a la verdad tan clara y honestamente como pueda De la introducción. Aunque es imposible describir lo luminoso, podemos evocar su sabor para que rezume en nuestra experiencia. Las palabras de Michael Boxhall realizan este trabajo sutil de poner a nuestra disposición lo elusivo.