Este libro estudia cómo ha sido la relación entre el cine y el rock a lo largo de la historia a través de un puñado de buenas películas. Está estructurado de manera muy hábil por Jordi Picatoste, no solo un experto cinematográfico sino también un gran aficionado al rock y a la música popular que ha sabido construir una obra con los mimbres necesarios para ser un más que probable referente del género.