Chava Flores nos deja como legado no solo sus canciones que sabemos son el retrato de un México ya perdido. Su testimonio autobiográfico; su ironía sobre las vivencias de un compositor, impregnadas de amargas experiencias propias en el medio autoral; sus remembranzas de tiempos infantiles en una vecindad de la ciudad de México, donde desfilan personajes de carne y hueso que después incorporaría a sus canciones: