La música no es sólo entretenimiento, es un medio de comunicación profunda sutilmente poderoso.
Las canciones hacen resonar tus ondas cerebrales e inducen cambios en tu cerebro que modifican tus estados de ánimo, consolidan tus recuerdos, fortalecen tus hábitos (buenos y malos), e incluso hacen que te enamores o desenamores.